“¿Papi, por qué me haces esto? Me dijo que
me hacía el amor, y que el amor y el cariño duelen”. La madre de la menor sabía
lo que le hacían a su hija y jamás dijo nada.
San Luis Potosí, San Luis Potosí.- “Con sus
manos separó mis piernas y me penetró… Me lastimó. Le pregunté: ¿papi, por qué
me haces esto? Me duele mucho. Empecé a llorar y me contestó que me hacía el
amor, y que el amor y el cariño duelen”.
Esta es la historia de Greta Perogordo
Corral, una joven de San Luis Potosí que lo tenía todo. Iba a los mejores
colegios, tenía la mejor ropa, los zapatos de moda. Su familia se codeaba con
entre los empresarios y políticos más importantes de su estado. Siempre le
compraban lo que ella quería y cuando lo pedía.
En su perfil de Facebook, se pueden ver sus
viajes a la playa, las visitas al extranjero y sus paseos a caballo. Los que
más disfrutaba.
Pero, atrás de las puertas de este castillo
y del mundo de fantasía en el que vivía, se escondía un oscuro secreto que la
carcomía poco a poco por dentro: su padre abusaba sexualmente de ella.
En la sociedad, aparentaban ser la familia
perfecta. El padre empresario, la madre amorosa, su hermana y su mascota, un
husky.
Pero esas sonrisas, se borraban cuando
estaban solos y nadie los estaba observando.
Su madre, se hundía en el alcohol y su
padre, borracho también, entraba a su cuarto, le quitaba la pijama con la que
dormía, y la violaba.
“Me acuerdo que me invitaba a su cama,
donde estaba acostado. Me ponía encima de su cuerpo. Me decía: ven, súbete.
Como era niña, imaginaba que era inofensivo. Me ponía a saltar, creyendo que
era un juego. Recuerdo que se le ponía duro su pene. Le pregunté a mi mamá, las
razones y contestaba que es normal, que no pasaba nada”. Greta sólo tenía seis
años.
Al paso de los años, la joven de ahora 17
años, veía como algo ‘normal’, los abusos de su padre. Aunque siempre terminaba
llorando por las noches, sabía que no podía acudir con su madre, porque ella
sabía lo que pasaba y no hacía nada.
En varias ocasiones, intentó escapar de
casa. Se quedaba algún tiempo amigas, familiares. Pero siempre su padre la
hacía regresar y las agresiones sexuales continuaban su rutina por las noches.
Un día, conoció a Erwin Alba Coronel, un
joven apuesto, años mayor que ella, con el que comenzó una relación. Al
tornarse serio su amorío, le confesó lo que ocurría en casa. Frustrado, enojado
e impotente, le pidió que se fuera a vivir con él y su mamá.
Una vez más, sus padres la obligaron a
regresar a casa, ella era todavía menor de edad. La rutina también volvió.
“Al estar en mi cuarto, llegó mi papá y
empezó a hablar de Erwin. Y si me iba a ir a su lado, que al menos estuviera en
paz con la familia, ya que no me querían perder. No le decía nada. Estaba
sentada en la cama. Me empezó a besar en la boca. Se acostó y se puso encima de
mí. Me quitó un pantalón y me penetró. Después, lo metió en mi boca. Terminó y
se vistió. Me quedé en shock. Me dio mucho asco”.
Esa fue la última vez que el padre de Greta
abusó de ella. Con apoyo de su novio Erwin y su madre, decidió interponer una
denuncia penal el 12 de diciembre del 2016.
Ante las amenazas de sus padres, decidió
hacer pública la denuncia ante medios de comunicación de San Luis Potosí: “Mi
nombre es Greta Perogordo, tengo 17 años y he sido abusada sexualmente de mi
papá, desde que tenía 6 años. Hasta que levanté la denuncia. No se vale abusar
de una menor y menos si es tu hija”.
Greta Ximena tenía temor de las represalias
que podía causar el denunciar penalmente a su padre, debido a sus conexiones y
contactos con políticos de su estado.
Su padre es Eduardo Víctor del Sagrado
Corazón Perogordo Oliva. Su primo, Guillermo Perogordo Oliva fue secretario de
Gobierno en el sexenio del gobernador Marcelo De Los Santos; Alejandro Zapata
Perogordo, otro familiar, fue senador de la República.
La joven también difundió en redes sociales
su testimonio. Donde hacía responsables a sus padres, de cualquier cosa que le
ocurriera a ella o la familia que la estaba acogiendo.
Complicaciones legales
En un principio, la Procuraduría de la
defensa del Menor y la Familia, en San Luis Potosí, le había dado la custodia a
la madre de su novio Erwin, ante la denuncia de maltrato y abuso sexual.
Sin embargo, la madre de Greta, Beatriz
Corral Elorduy, interpuso un amparo, acusando al novio y su familia, de tener
bajo amenazas a la joven y de obligarla a mentir sobre las agresiones sexuales.
Ante esto, la Prodem decidió quitar la
custodia también a la familia que la había acogido, para tenerla bajo resguardo
en uno de sus albergues.
También en ese tiempo circuló en redes
sociales, un supuesto comunicado de una de las tías de Greta. Donde defendían
“el honor” de Eduardo Perogordo y tachaban a la joven de fugarse con un hombre
que realmente abusaba de ella.
“En una de las escapadas con ese hombre. Su
papá se da cuenta, y obviamente, la lleva de regreso a su casa y al hombre ese
lo corre diciéndole que no se vuelva a acercar a Greta. Lo que desata la ira de
ese tipo y sigue acercándose a ella, hasta convencerla junto con su familia, de
hacer una macabra historia donde ella dice que ha sido violada por su papá
desde que es una niña. Y la mamá de ese tipo la lleva a presentar la denuncia
en contra de su papá dando una historia increíblemente horrible, y luego van a
hacer rueda de prensa y todo un show espectacular, donde Greta hace las
acusaciones con toda la seguridad del mundo y muy convincente”, relata parte
del texto difundido.
¿Dónde está Greta?
Ya en custodia de DIF, de San Luis Potosí,
Greta fue citada en el Instituto Temazcalli, donde le realizarían una
valoración psicológica, pero ella nunca se presentó. Nadie sabía dónde estaba.
Las autoridades se vieron obligados a
emitir una Alerta Amber el 13 de enero de este año.
“La PGJE solicita la colaboración de la
ciudadanía para localizar a la adolecente Greta Ximena Perogordo Corral, de 17
años. Se considera que la joven pueda estar en riesgo, toda vez que puede ser
víctima de la comisión de un delito”, dictaba la ficha con su fotografía.
De igual manera, en redes sociales, bajo el
hashtag #¿Dónde está Greta?, amigos y ciudadanía en general comenzaron a
buscarla.
La joven fue localizada por elementos de la
policía, hasta el 25 de enero, en un domicilio del oriente de la capital, donde
se había refugiado. Se encontraba sana y salva.
Sin respuesta de autoridades
A tres meses de que Greta Ximena denunció a
su padre por los abusos sexuales que cometía contra ella, no hay una respuesta
concreta de las autoridades. El caso sigue estancado.
Su padre, Eduardo Perogordo Olivo sigue en
libertad, al igual que su madre, quien estaba al tanto de las atrocidades que
cometía su esposo contra si hija.
Hoy en día, Greta, la joven a que le falta
toda la vida por delante, se encuentra sin hogar, sin familia, bajo resguardo
del DIF en uno de sus albergues. Pero finalmente, fuera del alcance de su
padre.
(Agencias)
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