Al
iniciar la 63 Legislatura, el grupo parlamentario de Morena (Movimiento
Regeneración Nacional) presentó una iniciativa de ley para instalar la
austeridad y combatir la corrupción. Entre otras medidas, Morena propone
reducir a la mitad los salarios del Presidente de la República, legisladores,
gobernadores y todos los demás altos funcionarios, así como eliminar también
las pensiones vitalicistas de los ex presidentes de la República.
En
su primera intervención como partido en la Cámara de Diputados, la coordinadora
de Morena, Rocío Nahle detalló la iniciativa que plantea cancelar obras
suntuosas como el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México, el proyecto Monterrey IV, además de vender la flotilla de aviones y helicópteros
de uso oficial, incluyendo el costoso avión presidencial, además de eliminar
gastos de representación, viáticos y comprar onerosas con cargo al erario en
las distintas dependencias.
La
iniciativa de la coordinadora de Morena, garantizaría un ahorro de hasta 450
mil millones, afirmó en la tribuna la diputada.
Las
y los diputados de Morena tenemos la responsabilidad de mostrar a la ciudadanía
que sabremos ser diferentes, que respetamos propuestas viables y alternativas,
que se puede hacer con transparencia y rectitud ante la calidad de valores y de
moral política de aquellos que han abusado del poder y nos han arrastrado a la
vergüenza y al descrédito mundial en el que hoy se encuentra México.
La
legisladora recalcó que el grupo parlamentario de Morena no apoyará el aumento
al IVA en medicinas y alimentos, que pretende imponer la Secretaría de
Hacienda, y rechazó el recorte presupuestal en educación y salud.
Morena,
advirtió, va a defender en el congreso el agua como propiedad de la nación, a
fin de garantizar el derecho humano de todos los mexicanos de tener acceso al
vital líquido y no permitirá su privatización en ninguna de las modalidades
reformistas que se tienen preparadas. Igualmente la diputada Nahle honró en su
discurso la memoria de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa que
están desaparecidos.
Recalco,
asimismo, que los casos de Tlatlaya y Ostula, aunados a una creciente militarización
del territorio nacional, al hostigamiento y persecución a los comunicadores
independientes, obligan a replantear “la sociedad en la que nos hemos
convertido producto de este modelo económico”.
Fuente:
Regeneración
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